Lo encontró dentro de un arca polvorienta con las bisagras oxidadas que se pudría en un rincón del desván; estaba encajada tras un pilar que sujetaba el viejo techo abuhardillado de la casa donde lo criaron sus abuelos. Una caja con fotografías antiguas, un crucifijo envuelto en una manta y una inusitada biblia hueca parecía ser todo el tesoro que contenía. Apartó aquello a un lado y arrastró el pesado arcón al centro del desván para hacerle un lavado de cara. Cuando se disponía a lijarlo por dentro advirtió que tenía un falso fondo. Ayudado por un destornillador levantó la madera que salvaguardaba, en aquel espacio secreto, un diario y, entre sus páginas, una fotografía con una dedicatoria: "Te amaré hasta mi último suspiro. Siempre tuyo, Kassoum". En el anverso, la imagen de un muchacho alto, fuerte... y negro.
Daniel sintió el desprecio que su abuelo le había imbuido hacia esa deleznable raza.
Abrió el diario. Algunas páginas eran ilegibles por la humedad.
29/06/1953
Estoy preocupada. No mancho desde hace cuatro meses y, a pesar de no comer apenas y vomitar todas las mañanas, la falda no me abrocha. Mi madre sospecha algo. Si mi padre se entera, me matará.
27/07/1953
Nos encontró. Algún vecino nos vio huir en un remolque y dio el chivatazo. Tres días después rodearon el granero en el que nos escondíamos...
Mientras dos hombres lo sujetaban, mi padre lo molió a palos. Luego cogió una garrafa de combustible, roció a Kassoum que yacía inconsciente en el suelo y prendió fuego al granero dejándolo allí encerrado.
No quiero vivir...
19/08/1953
Ya es imposible ocultar mi embarazo. Me ha encerrado en el desván.
Camuflado en la biblia, he conseguido traer el diario.
23/11/1953
¿Acaso no me va a dejar salir nunca? El bebé empuja desde hace días...
***
De pequeño, el abuelo le contó que su madre había fallecido en el parto y que su padre los había abandonado. La abuela, enferma de Alzheimer, no hablaba; de vez en cuando miraba al techo y lloraba.
Daniel salió al tejado y saltó. Su vida había sido una quimera.
Jo, tremenda historia, Alma. Has dibujo un monstruo con todas las letras. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David. Gracias por pasar a leer y comentar. Ya sabemos que casi siempre la realidad supera a la ficción, desgraciadamente ha habido y hay casos parecidos y otros aún peores...
Eliminar¡Un abrazote!
Estremecedor relato, Alma. Hasta qué punto la intolerancia y la sinrazón de algunos puede destrozar vidas es incomprensible. Me ha encantado el texto por lo mucho que cuentas en muy pocas palabras, ¡genial!
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte en el concurso.
Un relato muy duro que bien pudo ser un hecho real en aquellos tiempos en los que el racismo era mucho más salvaje que hoy. El odio por un lado y el brutal descubrimiento de la verdad por otro han fraguado una estupenda historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Alma, una historia que desde el inicio nos hace estar alertas, a medida que leo todo hace prever que algo estremecedor ocurrirá. Es muy interesante el formato que les has dado, la historia contada desde el diario de la chica hasta el tremendo desenlace. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Bufff! No me esperaba un suicidio, aunque ya de por sí la historia de los personajes resultaba trágica. Me gusta la estructura en forma de diario. ¡Mucha suerte en El tintero!
ResponderEliminarAntes de marchar, me atrevo a indicarte un par de detalles:
1) En el primer párrafo despista que comiences hablando en masculino y en el primer punto y coma pases al femenino. Yo al menos me pierdo y no sé si hablas de un diario, un baúl o de una caja. Intuyo, una vez leído el relato al completo que con el masculino te refieres al diario, y que con el femenino a la caja, pero quizá reescribiéndolo quedara menos confuso.
2) Cuidado con el "lo" en la frase: "Mientras dos hombres lo sujetaban, mi padre lo molió a palos". Igual estoy metiendo la pata, pero creo que hay loísmo en ella. Te dejo un enlace interesante: https://comoescribirbien.com/leismo-laismo-loismo/
En fin, espero no haberte incomodado, pues no es para nada mi intención, sino la de ayudarte a pulir un texto muy bien construido.
Un abrazo.
Hola, Rebeca.
EliminarTuve el blog abandonado y te estoy leyendo ahora.
No solo no me incomodan tus correcciones sino que las agradezco. Siempre que pases por aquí siéntete libre de hacerlo, por favor.
1) Efectivamente, como intuyes al final, en masculino habla del diario y en femenino se refiere al arca polvorienta. Lo hice así a propósito para que no se confundiera y hiciese pensar que lo que estaba encajado tras el pilar era lo que encontró. Pero ahora, releyéndolo me parece que puede ser confuso, sí. Veré cómo puedo reescribirlo.
2) Gracias. Seguro que estás en lo cierto. Soy leísta (grado 1, como un gran número de españoles) y a veces por corregirlo meto la pata. Me guardo tu enlace, aunque he leído mucho sobre el tema y sigo cayendo! A ver si esta vez lo asimilo!!
Muchas gracias, Rebeca.
Un fuerte abrazo.
¡Uf, qué historia tan dura! Tu relato me ha gustado, amiga Alma, en la misma medida que me ha removido el estómago la intolerancia y la violencia que describe con tanto acierto. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en "El Tintero...".
Un fuerte abrazo.
Hola Alma,
ResponderEliminarUna historia de amor, con un final trágico. Las relaciones interraciales la mayoría de veces no funcionan, precisamente por negatividad de los padres. Lindo, enternecedor texto, me gusto mucho. Suerte en el tintero!
Saludito
Hola Alma, que dura historia, y el final estremecedor,describes muy bien las escenas y la situación tan trágica que tuvo que pasar la protagonista antes de nacer el niño.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso
Puri
Un relato muy triste sobre la incomprensión, bien escrito y estructurado, con esos retazos de diario que nos ayudan a entender la historia de Daniel.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte en el Tintero (veo que ya la hubo en Relatos Compulsivos)
Impactante historia la que acabo de leer.
ResponderEliminarMuy buena.
Suerte Alma.
Un abrazo.
Un drama potente contado con los mínimos recursos. Un gran trabajo. Gracias
ResponderEliminarEn unas pocas líneas nos narras una historia tremenda en la no falta nada: misterio, drama, violencia racista y desesperación suicida para rematar. La frase final: "mi vida fue una quimera" resume el relato y supone un colofón trágico que obedece a una lógica existencial fatal e irreversible. Mucha Suerte en El Tintero, Alma. Un abrazo.
ResponderEliminarNo has necesitado de una gran extensión para narrarnos varios dramas. Condensado en poco espacio, sin florituras innecesarias, nos has golpeado con una historia y un final brutales. Duro relato, Alma. Saludos y suerte en el tintero
ResponderEliminarHola Alma.
ResponderEliminarUn relato con todos los ingredientes para mantenernos atentos. El formato de diario que le has dado, la tensión y ritmo desde el inicio, y el trágico final.
Te felicito compañera.
¡Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios! Disculpadme por no haber respondido antes. He tenido el blog abandonado todos estos meses y leeros ahora me ha traído una gran satisfacción.
ResponderEliminar¡Os abrazo a todos! ¡Gracias!